domingo, 14 de septiembre de 2008

2 días


Llegué, me senté, un poco preocupada por la hora... pestañé unas veces, sentí emociones, le encontraba sentido, me gustaba, babeaba, todo. Sentía que me gritaban a mí, que para mí eran esas palabras, esa iluminación perfecta, ese silencio que sólo daba lugar a la reapiración del tipo que estaba a mi lado. Ese chorreo de baba que se hacía visible.


Ese música para regresar, esa imaginación que cada día se hace más grande, ese apuro por llegar luego a casa, ese canto murumullero que sale de mi voz, esos libros que me causan placer, y las situaciones me obligan a apretar stop, pero cuando quiero pongo play, vuelvo a convertirme en testigo.


Esas cosas boni que no piden más que cien pesos.


Bonitallegadaalteatro.