jueves, 28 de enero de 2010

asi cuentan


Se dice que duerme puestas de sol, madrugadas y mañanas.
Se dice que compró boletos para otra ciudad y hoy como primer día, la noche no la acompañó del todo.
Se dice que ha tenido buenos distractores que llegan solos.
Se dice que se comienza a dar el gustito placentero de decir que no sin perder la sonrisa y sin lamentarlo.
Se dice que ocupó cemento para tapar los agujeros de la ciudad anterior, pero no es problema.
Se dice que su norte no ha vuelto del todo, pero lo que no está no se ha perdido, solo anda por ahí.
Se dice que desaparece.
Se dice que no ha latido.

Pero sigue viva.

martes, 26 de enero de 2010


A quien tratas de engañar ? ya olvidate y andate ahora. AHORA.

lunes, 25 de enero de 2010

Lunes temprano

9:46 en el trabajo.

Hoy despertò con la puta sensaciòn que antes habia durado solo un minuto. Como es de costumbre cuando alguien se va, meses despuès nota su ausencia y comienza a extrañar.

Lo que antes duraba un minuto hoy ha durado horas.

Por suerte tiene capas que la protegen tal cual como cuando se encogiò en su cama. Ha perforado pero no ha llegado ni lo harà.

sábado, 23 de enero de 2010

60 segundos


Hace ya muchas semanas y horas que no sucedía lo que hoy por un minuto sucedió.

Estaba en la cama de lado encogida apoyada sobre una almohada, tal cual como el 29 de noviembre, estaba muy encongida como protegiendome de algo, asegurandome de que ya nada podrá pasar, escondiendo algo.
Después del minuto me fijé que no, que esas actitudes ya las habia dejado de lado, que no tenia motivo para volver a hacerlo,
que pasó ? yo no hubiera querido que eso ocurriera, para qué ?
he estado dando los medios pasos en mi vida y lejos ha salido todo bien, pero que paso ?
esa intuicion de retroceder el tiempo y mas encima para mal no corresponde. No era yo, fue algo demasiado inconciente. Demasiado, tanto así que cuando me lo recuerdo lo veo tan lejando que dudo que sucedió.

miércoles, 20 de enero de 2010


Que bueno que no hablo por mis ojos cuando me preguntan por tí, aunque sé que lo hacen a proposito ya me da lo mismo, simplemente miro para otro lado, doy la media vuelta y respondo con no más de 3 palabras porque a mi saliva le da flojera y el musculo de mi boca también. Ya no hay tejidos en la cabeza, no los tuyos.

Aún así, nose porque a veces creo que finges un poco.

lunes, 18 de enero de 2010


Antes de hacerlo lloré un poco porque sabía que después dudaría pero para bien.

Me lo saqué y quedé con las manos llena de sangre pero no me importó, lo guardé en un frasquito con líquido para que no se pudriera más de lo que estaba y lo guardé rápido en mi bolso negro hippie para no volverlo a ver. Tomé la 303 y me bajé en sta Ana para luego irme a Universidad de Santiago y tomar el bus que demoraría dos horas en llegar al mar.

Cuando iba en el bus traté de distraerme lo más que pude. Ví la tele, escuché musica, leí un libro, observé, tomé fotos...miles de cosas, pero de nada sirvió, era inevitable pensar en lo que tenía en aquel frasco, era inevitable pensar a quien tenía en mente. Es que definitivamente entregar mis emociones y todo lo demás para por fin enterrar no había sido suficiente, últimamente ya nada es suficiente.

Me bajé y caminé hacia el mar, había estado solo 2 veces antes en aquel lugar pero nunca sola. Esta vez debía estar sola por obligación si alguien que me conoce me hubiera visto en aquella situación no demoraría en arrastrarme de vuelta a casa, a si que debía arrastrar mis malditos pies y mi maldita cabeza hasta el mar.

Llegué, me saqué la ropa, enterré mis cosas, saqué el frasco y tirité de frío pero debía hacerlo. Me metí al mar, me metí más, y un poco más, y otro más. El agua ya había alcanzado mi boca pero aún no era suficiente. Volví a intentarlo otra vez y me metí, más y más. Con la mano izquierda llevaba el frasco y con la otra nadaba hacia abajó. Sentí mil emociones por segundo, miles y miles hasta que toqué arena e hice un hoyo con la poca fuerza que me dejaba el agua.

Lo enterré lo mas rapido posible, no podía arrepentirme en ese instante a si que me fuí luego, no niego que miré hacia atrás un par de veces y quería buscarlo, pero no. No.
Cuando salí di un gran suspiro y con ojos rojos sentía el pecho hundido, algo llevaba dentro, algo que se supone acababa de enterrar, al menos fisicamente pero ya era un gran paso.

Y lo que pasó después ya da igual, se supone y deberia ser que lo que sigue después no tiene algo que ver con lo que enterré.

jueves, 14 de enero de 2010

Por culpa del aburrimiento ese milímetro volvió a latir y duró, ese fue el error.

miércoles, 13 de enero de 2010

Mar

Hoy esperaba menos, mucho menos. Las cosa cambian cuando te vuelves a llenar de capas porque ya nada es tan sorprendente ni novedoso, menos causan emoción alguna pero de alguna forma un milímetro de mí volvió a latir.

Claro que de un modo u otro le hice entender a ese milímetro que no, ya pasó mi trote y para que vuelva otro tendrá que transcurrir demasiado tiempo, me volví a endurecer, tengo unas capas encima y no es tema sacarmelas, así es mucho mejor, comodo y me agrada.

Si las vueltas de este momento de mi vida hubiesen transcurrido hace meses, creo que estaria metida en una ola. Pero no es así, no estoy en ninguna ola, al contrario, estoy demasiado lejos de ellas y no me interesa llegar, no llegaré, no estoy para dar en el gusto.