martes, 5 de octubre de 2010

De madrugada


Bueno.. la madruga del sabado para mi licenciatura me desperté a las 4 de la mañana llorando porque sabía que había roto contigo. No pude conciliar el sueño hasta el sabado en la noche.

Durante la licenciatura era ver en camara lenta cómo los pololos de mis compañeras les llevaban flores y había tanta gente que miraba entre medio de la multitud buscando tu mirada.. soñaba que llegaras. Cuando terminó todo mientras mas me acercaba de regreso a casa más se achicaba la esperanza de verte. A la semana siguiente era mi gala y durante los días busqué que alguien me acompañara.. muerta en dolor decía: me quieres acompañar? mi mejor amigo accedió... pero aquel día antes de subirme al auto.. miré para atrás por si venías a decirme que no, que serías tú quien me acompañaría.. ese día fingí estar feliz por mis compañeras, por mi mamá, por mi amigo que tuvo aquella voluntad.. y un poco por mí para no arruinar lo que de cierta forma me avisaba que una etapa acababa.

El día de la primera psu, el 28 de noviembre del 2009, estaba bien porque sabía que nosotros conversariamos.. y preferí no pensar en una consecuencia temprana porque quería concentrarme.. aún así a cada 7 preguntas eras tú el que caminaba por mi mente. El día de la segunda psu, el 29 de noviembre del 2009, me convencía a mi misma que era todo para mejor.. llevaba un chaleco rojo y aunque haya hecho mucha calor mi brazo me obligaba a no sacarmelo.. cualquier pasada a llevar me dolería y así lo hice.. es que la noche anterior no lo soporté.

Hasta hoy, 6 de octubre del 2010, me he puesto a pensar qué sería de nosotros si estuvieramos juntos que sería de nuestras vidas.. me imagino en algo cotidiano asi como.. pagando alguna cuenta, tomando té o una visita al cine. Te imagino sonriendome.. tocandome el pelo como lo hacías y repitiendome lo bonito que es. Te imagino llegando de alguna parte y yo abrirte la puerta y besarte.. te imagino acercandote.. No es que yo esté mal ni nada es solo que a veces me gusta imaginar mi vida contigo, me es placentero, me saca una sonrisa, de cierta forma me alimenta un poco el corazón.

Me despierto y me acuesto pensando en tí, a veces me duele la cabeza de tanto hacerlo pero no me duele tanto es solo un apretón lo que siento. Cuando digo tu nombre o alguien me pregunta por tí mis ojos tienen la maldita reacción que no soy capa de controlar: la dilatación, y mi boca sonríe de inmediato.. yo nosé porqué pasará eso, contigo aún tengo reacciones incontrolables.

Un día iba en la micro y me di cuenta que no podía más..he estado bien estos meses he viajado a varias partes porque no me quería bancar el día a día..pero de pronto toda la sinceridad de mi sangre me hace.. nosé.. nose como explicartelo.

Yo solo quiero que sepas algunas cosas que me pasaron después de tí.. el resto espero algun día contartelas en persona, quiero que lo sepas.

De madrugada escribo en este blog lo que siento por tí.. no se las digo a nadie porque no creo que a alguien le gustara escuchar ésto.. es decir, a nadie le importa.. es latero hablar de una misma persona siempre. Entonces cuando tengo una acumulación de cosas.. abro el blog y te escribo te escribo te escribo.. y . nosé.. nose nada.. nosé que pasa, qué nos pasó .

sábado, 2 de octubre de 2010

Yo.


No conocía el amor, hasta que te conocí.
No conocía la profundidad, hasta que te conocí.
No conocía la piel masculina, hasta que te conocí.
No conocía aquel sentimiento emocionante y perfecto, hasta que te conocí.
No conocía el miedo y el temor, hasta que te conocí.
No conocía el escalofrío, hasta que te conocí.
No conocía la espera, hasta que te conocí.
No conocía extrañar, hasta que te conocí.
No conocía mi profundidad del océano pacífico, hasta que te conocí.
No conocía sonreír de la nada, hasta que te conocí.
No conocía el recuerdo doloroso y bonito, hasta que te conocí.
No conocía la caricia perfecta y penetrante, hasta que te conocí.
No conocía la felicidad de un amorío, hasta que te conocí.
No conocía la desesperación inquietante, hasta que te conocí.
No conocía las taquicardías, hasta que te conocí.
No conocía el despertar a las 4 de la mañana durante días nombrandote y recordando que algo acabó, hasta que te conocí.
No conocía las palabras perfectas, hasta que te conocí.
No conocía las pastillas para la pena, hasta que te conocí.
No conocía al corazón hecho pedazos, hasta que te conocí.

Y así podría seguir con una lista que llegaría más allá de la puerta de tu casa.
Te extrañoo tanto... tanto tanto... no hay día que no piense en tí ni sonrisa leve que me salga cuando rondas en mi mente.