lunes, 18 de enero de 2010


Antes de hacerlo lloré un poco porque sabía que después dudaría pero para bien.

Me lo saqué y quedé con las manos llena de sangre pero no me importó, lo guardé en un frasquito con líquido para que no se pudriera más de lo que estaba y lo guardé rápido en mi bolso negro hippie para no volverlo a ver. Tomé la 303 y me bajé en sta Ana para luego irme a Universidad de Santiago y tomar el bus que demoraría dos horas en llegar al mar.

Cuando iba en el bus traté de distraerme lo más que pude. Ví la tele, escuché musica, leí un libro, observé, tomé fotos...miles de cosas, pero de nada sirvió, era inevitable pensar en lo que tenía en aquel frasco, era inevitable pensar a quien tenía en mente. Es que definitivamente entregar mis emociones y todo lo demás para por fin enterrar no había sido suficiente, últimamente ya nada es suficiente.

Me bajé y caminé hacia el mar, había estado solo 2 veces antes en aquel lugar pero nunca sola. Esta vez debía estar sola por obligación si alguien que me conoce me hubiera visto en aquella situación no demoraría en arrastrarme de vuelta a casa, a si que debía arrastrar mis malditos pies y mi maldita cabeza hasta el mar.

Llegué, me saqué la ropa, enterré mis cosas, saqué el frasco y tirité de frío pero debía hacerlo. Me metí al mar, me metí más, y un poco más, y otro más. El agua ya había alcanzado mi boca pero aún no era suficiente. Volví a intentarlo otra vez y me metí, más y más. Con la mano izquierda llevaba el frasco y con la otra nadaba hacia abajó. Sentí mil emociones por segundo, miles y miles hasta que toqué arena e hice un hoyo con la poca fuerza que me dejaba el agua.

Lo enterré lo mas rapido posible, no podía arrepentirme en ese instante a si que me fuí luego, no niego que miré hacia atrás un par de veces y quería buscarlo, pero no. No.
Cuando salí di un gran suspiro y con ojos rojos sentía el pecho hundido, algo llevaba dentro, algo que se supone acababa de enterrar, al menos fisicamente pero ya era un gran paso.

Y lo que pasó después ya da igual, se supone y deberia ser que lo que sigue después no tiene algo que ver con lo que enterré.

1 comentario:

Sofía dijo...

tu texto me conmovió
u.u