jueves, 23 de julio de 2009

Valparaíso


Porque dormir y despertar en un lugar diferente, es diferente, es una sensación que no se siente habitualmente, es sonreír sin que caigan más sonrisas en la cara, en los ojos, en los labios, en las mejillas, y hasta el viento ayuda a la sonrisa, el viento fresco, un poco helado, que mueve el pelo como si una estuviera con el secador abajo de la cara.

Caminar bajadas y subidas, ir en la micro que parecía boomerang, tomar unas infinitas fotos, disfrutar el sol y las rocas, ver cómo el mar alteraba su presencia y nosotras sonreír rojas de puro calor, de pura felicidad, de pura sensación acabada de nacer, de puro pegamiento con el mar y decir cada un minuto y medio: MIIRAAA!!! VAMOOOS!!!!! APURAATEE!! AAAAAAAAAAAAGGGGGGGG!!! y correr fuertes hasta llegar.

Y es que no es primera vez que camino libre por un lugar desconocido, pero nunca lo había hecho acompañada. No será la última vez que lo haga, volveré hacerlo porque quiero, porque me gusta, pero en la proxima estaré hasta el anochecer.

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