viernes, 27 de noviembre de 2009

que pasa negra


Cuando llegué a Santiago me encontré con unos maricones. Comencé con uno, termine con otro y así... ya sabrás mi reacción. Internet no solo sirve para pasarla bien y tener la tarea del colegio, sino también para saber que chucha pasó mientras te ausentabas.
Conversamos con mi mamá lo que nos paso mientras estabamos a kilometros, estuvimos unas horas sentadas en la misma posición contandonos todo, lo bueno y lo malo, pero como es de costumbre, yo oculté las ultimas palabras que con los minutos se transformaron en secreto.

Pensé que sería por unos minutos, pero cómo fue mi desesperación que tuve que correr a un ciber. Y ahora estoy aquí sentada, tecleando fuerte, con ojos mirandomes y mandando a la chucha a unos cuantos, me he dado cuenta que no sirvo para ciertas cosas. Llegaré a la casa y me tomare un té, dicen que eso relaja, quiero estar bien, mañana me gradúo y no quiero que me pregunten algo. Mi mamá sugirió que invitara a alguien, pero dije en mi cabeza: noselomerece.

Como dijo la Camila Varas: NO SOMOS DE LA CLASE DE NIÑAS QUE AGRADAN.

No hay comentarios: